Amortizar hipoteca o ahorrar son dos opciones que valoramos cuando disponemos de un capital que no necesitamos a corto plazo. Tanto reducir una deuda hipotecaria, como reservar un capital en forma de ahorros, tiene ventajas, sin embargo, también supone un coste de oportunidad.
Es importante conocer las ventajas y desventajas de amortizar hipoteca y ahorrar, evaluando previamente nuestra situación financiera particular.
Qué significa amortizar la hipoteca
El pago de una hipoteca se calcula en base a la suma de tres conceptos financieros: Capital pendiente de amortizar, intereses y comisiones.
El capital pendiente es, en un principio, el total del crédito. Si hemos solicitado una hipoteca de 100.000 €, el capital pendiente previo al primer pago será de 100.000 € y se reducirá mes a mes.
Los intereses son el precio del crédito. Además de la cuantía de la hipoteca, el titular de este tipo de créditos también paga un capital añadido, que se calcula en base a los porcentajes de intereses aplicados a la hipoteca. Por último, también debemos sumar las comisiones que se aplican en cada caso.
Amortizar la hipoteca supone reducir el capital pendiente. Todas las entidades bancarias permiten llevar a cabo aportaciones voluntarias, reduciendo tanto el capital pendiente como la cuantía de los intereses. Una persona con un capital pendiente de 60.000 € podrá aportar 20.000 € de amortización para reducir su deuda, disminuyendo también los intereses aplicados al crédito.
Respecto a las comisiones de amortización, el efecto suele ser el contrario, en este caso el capital que suponen las comisiones se incrementa, debido a que la mayoría de las entidades bancarias establece un pago, en caso de amortización anticipada. El cálculo de esta comisión se lleva a cabo en base al capital pendiente de amortizar y suele suponer una tasa menor al 2 %.
En resumen, amortizar una hipoteca significa pagar por adelantado parte de un crédito hipotecario pendiente, reduciendo tanto el capital no amortizado como los intereses.
Las ventajas de disponer de ahorros
Una persona con un capital acumulado y con una deuda hipotecaria, también puede optar por ahorrar. En este caso la deuda se amortiza al ritmo acordado en el contrato original, y la persona retiene su propio capital.
Ahorrar tiene múltiples ventajas, entre las que destacamos las siguientes:
- Permite afrontar pagos inesperados sin necesidad de aumentar el nivel de endeudamiento.
- El ahorro también supone la posibilidad de invertir en productos financieros.
- Favorece la gestión adecuada de los gastos fijos de cada mes.
- Nos protege ante situaciones en las que nuestros ingresos disminuyen.
Los ahorros generan una situación de tranquilidad financiera a la que debemos renunciar en parte, si destinamos nuestros ahorros a la amortización hipotecaria.
La amortización como medida de ahorro a largo plazo
Amortizar una hipoteca no significa renunciar al ahorro, sin embargo, este rendimiento se produce a largo plazo.
Amortizar una hipoteca significa ahorrar en intereses. Reducir el capital pendiente de amortizar nos permite pagar menos intereses, lo cual supone una cantidad elevada, especialmente en hipotecas superiores a los 10 años. Lo que hacemos es reducir el coste hipotecario y por tanto no aumentamos nuestro capital disponible, como sucede con el ahorro, pero reducimos los pagos inherentes a la hipoteca.
En este caso es clave el concepto de coste de oportunidad, que hace referencia a aquello a lo que renunciamos cuando tomamos una decisión financiera. Si amortizamos hipoteca, renunciaremos a disponer de liquidez inmediata, mientras que si generamos una base de ahorro, estaremos renunciando a reducir los plazos y los costes hipotecarios.
Amortizar hipoteca o ahorrar
No existe una solución adecuada para todas las situaciones, es necesario evaluar las circunstancias en cada caso, para confirmar si es recomendable reforzar el ahorro o reducir las obligaciones hipotecarias.
El primer paso será analizar nuestros ahorros actuales y nuestra situación hipotecaria. Si ya dispones de un volumen de ahorro suficiente como para hacer frente a gastos imprevistos e invertir, quizá sea el momento de reducir los plazos hipotecarios. Si no dispones de un volumen de ahorros suficiente, es posible que la mejor solución sea conservar la liquidez por el momento, para amortizar más adelante.
También es importante conocer cómo se gestiona el pago de intereses hipotecarios en España. Durante los primeros años, la mayoría de lo que pagamos son intereses, por lo tanto, amortizar durante el primer tramo de hipoteca será más rentable que si lo hacemos durante los últimos años, en los que estaremos reduciendo capital pendiente pero menos intereses.
Fiscalidad en hipotecas previas a 2013
En España existe una particularidad fiscal en lo referido a hipotecas, que puede ser clave a la hora de decidir si amortizar hipoteca o ahorrar.
Disponer de una hipoteca previa al 1 de enero de 2013 significa aprovechar cada año una desgravación que puede llegar al 15 % sobre un máximo anual de 9.040 € (unos 1.356 € al año). Ten en cuenta que esta ventaja fiscal va a cancelarse cuando la hipoteca se haya amortizado por completo, y por lo tanto, perderás esta bonificación en tu próxima declaración de la renta.
Amortización total de un préstamo hipotecario
Cuando hablamos de amortizar un préstamo, habitualmente nos referimos a amortizaciones parciales con las que reducimos en capital pendiente, sin embargo, es posible cancelar por completo la deuda mediante una amortización total anticipada.
En este caso, lo que hacemos es pagar la cuantía íntegra de la deuda pendiente, y por tanto la obligación desaparece. Si te estás planteando amortizar por completo tu hipoteca, es recomendable que tengas en cuenta los siguientes aspectos:
- Es recomendable, aunque no obligatorio, inscribir en el Registro de la Propiedad la nueva situación de tu hipoteca.
- Solicita siempre el certificado de deuda cero, se trata de un documento oficial y gratuito, en el que el banco reconoce la desaparición de la deuda.
- También puedes solicitar una nota simple en el Registro de la Propiedad, en la que se indique que la deuda ha sido cancelada.
- Infórmate de las comisiones. La mayoría de los bancos establecen pagos si la amortización es total.