Mentir en un cuestionario salud para seguro vida

Mentir en un seguro de vida puede llegar a ser incluso delito, pudiendo la aseguradora acusarnos de fraude al seguro. Por supuesto puede tener consecuencias muy graves que afecten a las condiciones del propio seguro. Por lo general, las pólizas relacionadas con la salud incluyen un cuestionario previo, en el que se obtiene información acerca del historial médico del titular y se evalúan sus hábitos, la persona que contrata un seguro de vida o salud está obligada a contestar con sinceridad, para determinar las condiciones que se van a aplicar.


La aseguradora es libre de comprobar de forma unilateral la información aportada por el asegurado, siempre y cuando respete su intimidad y las cláusulas establecidas por la Ley General de Protección de Datos, así como la legalidad comunitaria referente a la protección de información personal, si esta información no se adecúa a lo declarado por el titular, la aseguradora podrá anular el seguro o introducir cambios en base a la información obtenida.


Es importante que el cuestionario previo a la contratación de este tipo de seguros se ajuste a la realidad del titular, para que disponga de la cobertura que realmente necesita.

Declaración del riesgo y enfermedades anteriores a la contratación de un seguro

Los seguros de salud se basan en el estado general del titular. La declaración de riesgo de enfermedades y enfermedades pasadas permite llevar a cabo una estimación de la trayectoria sanitaria de la persona que va a contratar la póliza, y ajustar las cláusulas.
La Ley del Contrato del Seguro ampara el derecho a conocer el estado de salud del asegurado en su artículo 10: “el tomador del seguro tiene el deber, antes de la conclusión del contrato, de declarar al asegurador, de acuerdo con el cuestionario a que este le someta, todas las circunstancias por él conocidas que puedan influir en la valoración del riesgo”, por tanto, aunque este tipo de cuestionarios no son obligatorios, en caso de ser requeridos por la agencia aseguradora, el titular está obligado a aportar información veraz.
Tanto la cuantía que hace referencia al pago del seguro, como las compensaciones en caso de deceso o enfermedad, se calculan teniendo en cuenta la trayectoria sanitaria del asegurado, por eso es importante que se aporte toda la información posible, así como los posibles riesgos que puedan producirse en el futuro con cierta probabilidad.
En conclusión, la declaración de enfermedades y las preguntas referidas a los hábitos del titular permiten valorar riesgos, y por tanto deben adecuarse a la realidad.

¿Qué pasa si mientes en el cuestionario de salud del seguro de vida?

Si se demuestra que una persona ha mentido en el cuestionario previo a la formalización de un contrato de vida o salud, la empresa puede tomar tres decisiones:

trato de vida o salud, la empresa puede tomar tres decisiones:
– Mantener la vigencia del contrato, si la empresa considera que el titular no ha actuado de mala fe, o que la información no va a repercutir en el riesgo percibido.
– Variar la cuantía del precio y la compensación del seguro, si la información es relevante y no se ha tenido en cuenta en la primera valoración.
– Resolución de la póliza, si la aseguradora entiende que el titular ha actuado de mala fe y las condiciones deben cambiar sustancialmente.

En estos casos, la empresa aseguradora puede actuar unilateralmente, debido a que el titular del seguro ha incurrido en un hecho de ocultación de información.
Evidentemente, la información sanitaria de una persona es absolutamente privada, y por tanto solo puede ser consultada por personas autorizadas, sin embargo, las cuestiones relacionadas con los hábitos de vida sí pueden ser investigadas y comparadas con las respuestas que ha aportado el titular del seguro.
Como analizamos a continuación, estas consecuencias inciden especialmente en casos en los que el titular solicite una indemnización en base a información falsa.

¿Cuáles son las consecuencias de mentir en la declaración de riesgos y enfermedades del seguro de vida?

Si una persona solicita una indemnización en base a un cuestionario falso, la aseguradora podrá alegar dolo, engaño o mala intención, y por tanto el contrato se puede disolver de inmediato, sin que exista compensación alguna.


En los casos en los que un asegurado solicita una indemnización prevista en la póliza, es común que la propia aseguradora lleve a cabo una investigación que confirme que, efectivamente, la cláusula debe hacerse efectiva. Durante este proceso, se tiene en cuenta la información aportada por el solicitante, si se ajusta a la realidad, la indemnización se hace efectiva tal y como se establece en el contrato.


Si hubiera discrepancias entre lo expuesto por el cliente y la realidad, en caso de mediar una indemnización, la empresa aseguradora puede negarse a hacerla efectiva, incluso si el contrato establece que debe haber una compensación económica.


Mentir en un cuestionario de salud de un seguro médico o una póliza de vida puede tener consecuencias muy graves, especialmente en los casos en los que deba hacerse efectiva una compensación económica y se detecte información errónea.

¿Te indemnizará el seguro de vida si has ocultado alguna enfermedad diagnosticada o situaciones de riesgo?

Si no se demuestra una mala intención por parte del asegurado, la indemnización se puede llegar a hacer efectiva, sin embargo, la empresa aseguradora puede recurrir incluso una vez concedida la indemnización, en tal caso, el titular estará obligado a devolver el importe íntegro de la compensación, más una cantidad compensatoria.


Es importante señalar que la aseguradora solo podrá reclamar si dispone de un cuestionario previo. Si una persona no ha aportado información acerca de su salud, la aseguradora no podrá llevar a cabo ninguna reclamación, debido a que no existe ningún documento en el que se pueda demostrar que ha existido una ocultación o un dolo.


Los datos relativos a la salud del titular de un seguro son fundamentales para determinar las características de la póliza, es importante que el asegurado aporte la información requerida cuando la empresa de seguros lo solicite, siempre teniendo en cuenta los límites establecidos por la normativa nacional y europea acerca del tratamiento de información sanitaria privada.

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